El sistema de capitalización en la Seguridad Social

«La lección final es que las únicas revoluciones con éxito son aquellas que confían en el individuo y en las maravillas que el individuo puede hacer cuando es libre» (José Piñera)

El sistema de pensiones de reparto, que es el modelo que en España sufrimos, no sólo se dirige hacia la bancarrota en nuestro país, sino que lo hace en todos los demás en los que está implantado. El creador de este sistema fue el llamado «Canciller de Hierro», Otto von Bismark (1815-1898), quien a partir de 1891 instauró este sistema restrictivo en Prusia. Fue todo un éxito para el Estado porque la edad a la que tenía derecho a recibir una pensión se situaba en los 65 años, cuando la esperanza de vida en aquella época no pasaba de los 45. Un prodigio de incipiente manipulación y engaño.

José Piñera, con la colaboración de Alejandro Weinstein, publicó el 18 de julio de 1996 en el Cato Institute un estudio llamado: Una propuesta de reforma del sistema de pensiones en España». Piñera era el Ministro de Trabajo y Previsión Social en Chile en 1981, cuando en ese país se pasó de un sistema de reparto a otro de capitalización, siendo un ejemplo y un espejo donde mirarse para muchos otros países que posteriormente lo han ido implementando con éxito.

En dicho estudio, que se realizó un año después de la firma del Pacto de Toledo, se criticaba las medidas que en él se recogían porque alargaban en el tiempo la bancarrota de la Seguridad Social pero no la solucionaban; nos daba, además, la solución para instaurar un sistema de capitalización de las cotizaciones, explicándonos cómo se podría llevar a cabo en España.

Lo que no se recoge en su ensayo, porque le parecería inimaginable, supongo, es que la mayoría de esas medidas que aparecían en el famoso acuerdo y que firmaron todas las fuerzas políticas, los empresarios y los sindicatos, no se hayan llevado a cabo quince años después. Sus cálculos del sistema de reparto, a buen seguro, hubieran sido mucho más aciagos. Por ejemplo, la necesidad de prolongar la edad de jubilación que se mantenía en los 65 años desde comienzos del siglo XX, ya aparecía reflejada en el acuerdo de 1995, por lo que la propuesta del gobierno de subir la edad a los 67 años no es algo nuevo. José Luis Rodríguez Zapatero no está teniendo más remedio durante estas semanas que hacer como que está dispuesto a emprender las reformas económicas pendientes que a lo largo de su mandato se ha negado a abordar. La Unión Europea y el sistema financiero internacional no se traga más promesas del Reino de España de que es capaz de controlar su déficit público y de que tiene la necesaria capacidad para salir de la crisis.

La propuesta de reforma de pensiones en España que hizo José Piñera en 1996 se basaba en un tránsito paulatino a un sistema de capitalización individual que elevaría las pensiones, incrementaría el empleo, aumentaría el ahorro, mejoraría la productividad del capital, potenciaría la tasa de crecimiento del PIB, reduciría el poder del Estado en la economía, despolitizaría el sistema de pensiones, estimularía una cultura laboral de ahorro, disciplinaría la gestión económica nacional y además de todo esto, sería posible implantarlo en España.

El motivo por el que ningún partido político se atreve siquiera a plantearlo es por la oposición radical de los sindicatos a cualquier cambio en nuestro sistema de pensiones. Y es que los sindicatos se han convertido en el colectivo más obtuso, arcaico, retrógrado y reaccionario que existe en nuestro país. Están impidiendo con su actitud desde hace muchos años -junto a la cobardía del socialismo que es incapaz de enfrentarse a ellos, por supuesto- cualquier pequeña posibilidad de salir a corto plazo de la crisis en la que estamos sumergidos.

Yo les invito a ellos y a todos ustedes a leerse tanto el artículo antes enlazado como «La revolución de las pensiones en Chile», otro ensayo del mismo autor en el que describe brevemente la triunfante experiencia chilena después de dieciocho años conviviendo con un sistema de capitalización de pensiones. En fin.

Coda: 

Este artículo lo publiqué en mi anterior blog del diario La Opinión de Murcia el 06 de febrero de 2.010. Posteriormente fue recogido en el libro «Sendas liberales» (Ed.Biblioteca Nueva, Madrid, 2011),  junto a una selección de artículos de los miembros de Ciudadanos para el progreso. Lo he vuelto a traer aquí porque, por esas cosas de Internet, el enlace ha desaparecido, además de estar de nuevo de actualidad, si es que el tema de las pensiones lo ha dejado alguna vez de estar.  

Juan Ramón Rallo presenta su libro en Murcia

rallo1Juan Ramón Rallo presentará a las 18:30 horas del próximo miércoles 27 de febrero en el Casino de Murcia el libro “Una alternativa liberal para salir de la crisis. Más mercado y menos Estado”. En este libro, Rallo repasa las causas que sumieron a España en la grave crisis económica y financiera, nos demuestra que fueron los gobiernos y los bancos centrales quienes inflaron las tres burbujas -la financiera, la inmobiliaria y la estatal- que terminaron asolando la economía española. Nos propone soluciones liberales para salir fortalecidos entre las que destacarían la necesidad de austeridad del sector público, la liberalización del sector privado y la no socialización de las pérdidas de la banca.

De este modo, en Una alternativa liberal para salir de la crisis, el lector podrá descubrir cómo rescatar a la banca sin que le cueste un solo euro al contribuyente, cómo recortar el gasto público en más de 130.000 millones de euros para acabar con el déficit e incluso bajar los impuestos, y cómo liberar al sector privado de las múltiples regulaciones que lo atenazan y que le impiden crear empleo vigorosamente. Un programa de reformas opuesto a la desastrosa política económica desplegada hasta la fecha tanto por el PP como por el PSOE.

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Juan Ramón Rallo es doctor en Economía, habiendo concluido la licenciatura con Premio Extraordinario de fin de carrera y licenciado en Derecho con Premio Extraordinario de fin de carrera por la Universidad de Valencia, así como master en economía de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Actualmente es profesor en el centro de estudios OMMA y en el centro de estudios ISEAD. Ha recibido el ‘Premio Julián Marías’ 2011 a la trayectoria científica en el ámbito de las ciencias sociales para menores de 40 años. Asimismo es analista económico de esradio y director del Instituto Juan de Mariana.

También es coautor del estudio sobre el coste de las energías renovables en España Study of the effects on employment of public aid to renewable energy sourcesy de los libros Una crisis y cinco errores, galardonado con el Premio Libre Empresa de la Fundación Rafael del Pino, Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009), El liberalismo no es pecado,  Los errores de la vieja EconomíaUn modelo realmente liberal y Una alternativa liberal para salir de la crisis.

 

Viento de furioso empuje


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“Viento de furioso empuje” es una novela histórica ambientada a principios del siglo octavo, justo cuando se produce la invasión islámica de Hispania, y de la que precisamente ahora se cumplen 13 siglos.

La verdad es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto leyendo un libro.

Gracias a él he aprendido numerosos términos de origen árabe y otros en desuso que desconocía; he leído pasajes históricos de una época apasionante, que no es precisamente de las más estudiadas y noveladas por los historiadores y escritores; me he divertido con las aventuras de sus personajes y he disfrutado con los diálogos profundos e inteligentes que llenan sus páginas.

Y es que, efectivamente, nos encontramos ante una auténtica novela de aventuras.

Su protagonista, Yunán ben Sufián, es hijo de un visir que acabada de regresar a Damasco después de una prolongada misión en el antiguo Imperio sasánida. Desde allí comienza la búsqueda de un objeto valiosísimo, un libro como no podía ser de otra manera, mediante el cual puede llegar a conocer el futuro del islam, y que le llevará desde la capital omeya hasta la Hispania visigoda: un largo viaje lleno de emociones, de hechos misteriosos, crímenes sorprendentes, tramas de poder, repleto de fantásticas anécdotas y con personajes sorprendentes. Cada capítulo es un todo dentro de una historia que te atrapa desde el primer momento. Nos podemos encontrar entre otros con Tariq, con el Conde Julián, con Abdelaziz ben Musa (uno de los primeros emires de Spanía) y con Musa ben Nosayr (emir de Ifriqiya); nos podemos encontrar a su vez con otros personajes ficticios que no desmerecen en absoluto a los históricos, como por ejemplo, el entrañable Policronio, todo un guiño del autor.

La novela es apasionante, muy bien documentada y trabajada. Impresiona el glosario de términos que aparece al final de libro, lo que demuestra el cuidado y la minuciosidad con la que el autor ha escrito este relato.

Pedro Espinosa, autor del libro, es meteorólogo y escritor. Un excelente bloguero y amigo que he tenido como un maestro desde que en el 2004 empecé a adentrarme en el mundo de las bitácoras liberales. Siempre ha escrito con especial elegancia sobre cualquier tema de actualidad y con enorme sabiduría. Sabía, desde que me enteré que iba a publicar su primera novela, que iba a ser una obra monumental y ambiciosa. Y no me he equivocado.

“Viento de furioso empuje”, Pedro Espinosa García. Ediciones Atlantis. Año 2.011. 536 páginas.

http://comunidades.laopiniondemurcia.es/blogs/manolo_marin/viento_de_furioso_empuje-3144.html

Sendas liberales

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Hoy vengo a hablar de mi libro. Bueno, no exactamente. Como se lee en la contraportada: “Sendas liberales es una selección de los artículos que a lo largo de los últimos años han venido publicando en la prensa los miembros de la asociación cívica liberal Ciudadanos para el Progreso. Formada por profesionales de diversa índole (desde la empresa privada hasta la docencia, desde técnicos hasta escritores), sus miembros analizan cada uno de los problemas a los que se enfrenta la sociedad actual desde una compartida perspectiva liberal. Las cuestiones que abordan son, fundamentalmente, las referidas a problemas de política, educación, economía, arte y crítica contra la ideología socialdemócrata. Esta posición común de defensa sin paliativos de la libertad por encima de cualquier otro valor social y político es lo que dota a este libro de una fuerza antidogmática muy notable y constituye al cabo su principal valor”.

Rafael Herrera Guillén y Alberto Hernández Moreno son los editores del mismo y los autores, a parte de los mencionados, son: Manuel BallesterJosé Antonio BascuñanaSantiago DelgadoFrancisco Giménez GraciaJuan Antonio GranadosPaulo JorqueraAdela Martínez-CacháPedro Antonio Moya,Fernando NavarroCristina SánchezEnrique Ujaldón y un servidor.

Escribe Arcadi Espada en el prólogo del libro que “en estos artículos el lector encontrará puntos de vista diversos sobre las ideas, la política, el arte y la religión; también sobre la organización del mundo, de España y de Murcia. Es probable que discrepe con algunos de esos puntos de vista, o con muchos. Pero nunca podrá negar la transversalidad mayor: la destacada ausencia de cualquier reaccionario”.

“Sendas liberales” se presenta el próximo lunes 24 de octubre en el Museo de Bellas Artes de Murcia a las 19:00 horas. Intervendrán en el acto Ramón Luis Valcárcel, presidente de la CARM; Paloma Reverte, directora del diario La Opinión de Murcia;Alberto Aguirre de Cárcer, director del diario La Verdad de Murcia; Alfonso Galindo, profesor de la UMU y Alberto Hernández, editor del libro.

Publicado en http://blogs.laopiniondemurcia.es/murcialiberal/2011/10/18/sendas-liberales/

http://comunidades.laopiniondemurcia.es/blogs/manolo_marin/sendas_liberales-2064.html

 

José Manzano

Artículo publicado en el diario La Opinión el 09/06/2011

josemanzanolibroportadaSaavedra Fajardo, el político y escritor murciano más universal del siglo XVII, escribió, dos años más tarde de la primera publicación de su obra insigne,Idea de un príncipe político christiano respresentada en cien empresas, o como es más conocida casi desde el principio, Empresas políticas, un manuscrito —desaparecido para la historiografía durante más de tres siglos— titulado Carta de un holandés. En él, haciéndose pasar por un ciudadano de aquel país, pretendió persuadir a los regentes holandeses de la necesidad de firmar una tregua con España y la inconveniencia y el peligro de apoyar a Francia en su intento de ocupar las provincias vecinas fieles a la monarquía española.

Más de cuatro siglos y medio después, otro holandés de nacimiento —éste real y no ficticio— pero afincado en Murcia desde hace mucho tiempo, nos muestra su particular visión de la situación política española por medio de la biografía de José Manzano Aldeguer, empresario y alcalde de Beniel durante el período 1983-2001.

En efecto, Govert Westerveld, el autor de este libro, es un antiguo damista, cronista oficial de Blanca, hispanista e investigador de ajedrez, damas, de La Celestina y de la Segunda República Española, y académico correspondiente de la Real Academia Alfonso X El Sabio de Murcia. Preocupado por la descomposición, la deriva corrupta y la pérdida paulatina de la ética y la moral en la mayoría de los políticos españoles con las que se inició la democracia en España, ha escrito un libro donde nos describe la figura de José Manzano como un «verdadero espejo en el que deberían mirarse las nuevas generaciones de jóvenes, en cuya responsabilidad recaerá el futuro devenir de nuestra sociedad», tal y como le apuntó Ángel Alcalá, profesor emérito de la Universidad de Nueva York y fundador del Partido Popular en Estados Unidos, tras la lectura de este libro.

Pepe Manzano, como siempre ha sido conocido entre los suyos, aparte de su labor emprendedora al frente de su negocio, gobernó el municipio de Beniel durante dieciocho años bajo las siglas de Alianza Popular primero, y Partido Popular, después; los doce primeros bajo un Gobierno regional socialista y los seis últimos con uno popular. Fue un alcalde vocacional, de los que ya no existen; no cobró por ejercer el cargo y los primeros ocho años ni siquiera el kilometraje. El pueblo de Beniel experimentó un cambio radical tras sus mandatos y fue incrementando paulatinamente el respaldo de sus conciudadanos tras cada legislatura.

Su condición de empresario, junto con su pericia mercantil, le llevó a gestionar un municipio con escasos recursos públicos, sobre todo en su primera etapa, pero con excelentes resultados en la transformación y el progreso del pueblo con el paso de los años. Como bien explica él mismo en el prefacio del libro, «fue debido a que se aprovecharon muy bien las limitadas ayudas externas, nuestras empresas invirtieron y la población activa vivía ilusionada por trabajo estable».

La constancia, el trabajo bien hecho, la eficacia, el orden, la seguridad, el respeto a la ley y, en definitiva, la honradez y la sinceridad en la gestión, conlleva inmediatamente la atracción de inversiones privadas, el fomento de la empresarialidad y la creación de puestos de trabajo con el consiguiente progreso del individuo en cualquier ámbito geográfico del que hablemos: municipio, región o país. Como bien dice en uno de sus tres escolios al principio del libro: «De cada cien personas que conozco, sólo una es capaz de crear empleo para los demás. Si le quitamos el estímulo, no sólo atentamos contra nosotros mismos, sino que lo hacemos contra las futuras generaciones».

Mas no le faltaron obstáculos y adversidades de toda índole. Aparte de ser una isla de la derecha murciana en el panorama electoral de la Región dominado por el Partido Socialista en los primeros años, sufrió la inquina habitual de la izquierda cuando no gobierna en democracia cada cierto tiempo —o mejor dicho, cuando no gobierna— y fue llevado, con la colaboración de un grupúsculo de disidentes de su propio partido en algunas casos —lo de Churchill, ya se sabe, adversarios, enemigos, etc…—, tantas veces a los tribunales como tantas salió victorioso de ellos. Aunque sus momentos más difíciles fueron, sin duda, cuando padeció y gestionó de forma eficaz junto a su pueblo varias inundaciones por las crecidas del río Segura, siendo la más grave la de 1987.

Orgulloso por ser de derechas, demócrata convencido, liberal en lo económico («si más del 80% del trabajo que se genera en España lo mantiene la iniciativa privada, menos del 20% lo promueve la gestión pública. Siendo esto así, que lo es ¿por qué una minoría impone criterios a una mayoría») y conservador por creencias y convicción, se ha granjeado con el paso de los años, y parafraseando a Ramón Luis Valcárcelque escribe el prólogo del libro, «el reconocimiento (…) hacia su persona, hacia su bondad y claro concepto de la familia, de la lealtad y de los muchos valores que ejemplifica».

Govert Westerveld, dada su condición de historiador y de cronista oficial, hace un ejercicio exhaustivo, junto a la biografía personal y política de nuestro protagonista, de la historia de Beniel de la segunda mitad del siglo XX. Por ello es, además, un libro imprescindible para los investigadores de la historia de la Región de Murcia y de las particularidades de uno de sus municipios. La edición del libro cuenta con numerosas fotos de la vida de Manzano y con no menos viñetas del siempre genial Álvaro Peña, aparte de anexos diversos de otros autores y escritos del biografiado.

Govert WesterveldUn ejemplo para España: José Manzano Aldeguer, Alcalde de Beniel (Murcia) 1983-2001, Murcia, 470.

Winston Churchill: un luchador incansable

La sinopsis del libro hace un especial énfasis en la ardua tarea de escribir una completa biografía de Winston Spencer Churchill. François Kersaudy, el autor del libro, la escribió sobre la base de investigaciones realizadas en los archivos de ocho países, la consulta de unas cuatrocientas obras y las entrevistas a muchos actores y testigos. Y aún así, tras beberse sus 564 páginas, le queda a uno la sensación de faltarle datos.

La vida de Churchill es la típica de un personaje de una novela de aventuras y como tal está escrita, aunque en esta ocasión, como normalmente reseñan las malas películas, está basada en hechos reales. Hijo de un descendiente del duque de Marlborough y de una americana, que se empeñó en probar en sus carnes casi toda la flema de la aristocracia británica, fue un luchador incansable en la defensa de sus ideas.

El autor hace especial énfasis en la primera etapa de su vida, quizá la menos conocida si esto se puede afirmar de este personaje. Como el autor escribe en la introducción, se han hecho muchas biografías de esta figura británica: unas demasiadas extensas y aburridas; otras sesgadas y hechas principalmente para alabar su actuación decisiva para la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial; otras, la mayoría, aludiendo a la suerte que le acompañó durante toda su vida, marginando su capacidad de liderazgo y de esfuerzo para la consecución de los éxitos que alcanzó a lo largo de su trayectoria política; otras, que emulan al gran Suso de Toro, hagiógrafo personal de Zapo, y que tan sólo pretenden elevar a los altares al personaje.

La de François Kersaudy, que recibió gracias a ella el Gran Premio de Historia de la Sociedad de Gente de Letras de Francia, da una visión del joven Churchill como mal estudiante, que nació en el seno de una familia aristocrática venida a menos, mantenida, básicamente, por el estatus ganado por los antepasados de la familia del padre y por las capacidades, ya comentadas de su madre; un Churchill que pronto comenzó a destacar y poco a poco se convirtió en el «único guerrero entre los políticos, único político entre los guerreros, único político guerrero que también era periodista, que se volvió célebre gracias a la campaña de Sudán, diputado gracias a la guerra de los Boers, figura nacional gracias a la Primera Guerra Mundial y héroe nacional gracias a la Segunda». Fue además premio Nobel de Literatura, afamado fumador de puros, gran bebedor y amante de la siesta tras su paso por la guerra de Cuba como corresponsal de guerra. Si hay una biografía que leer, les aseguro que es ésta. Una que me encontré por casualidad en una estantería perdida en el Corte Inglés.

FRANÇOIS KERSAUDY: Winston Churchill: Un luchador incansable. Editorial El Ateneo, 2006, 564 páginas.

Cómo convertirse en un icono progre

Acabo de recibir un mail de Criteria Club de Lectores con la inclusión en el catálogo de novedades del segundo libro de Pablo Molina. Arriba he colgado el vídeo de presentación del mismo. Espero que se den prisa y pueda recibirlo antes de este fin de semana para dar buena cuenta de él mientras se quema la sardina.
Policronio, siempre atento, ya nos lo enlazó hace unos días.

Javier Orrico presenta su libro

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Mañana, a las 20 horas, presenta Javier Orrico su libro «ZETAPAÑA. Naciones para todos» en el salón de actos del Museo Arqueológico (Casa de Cultura) en Murcia. El libro está en las librerías desde mediados de junio y ya dí buena cuenta de él con una modesta reseña en esta misma bitácora. Presentan el libro Pedro Alberto Cruz, consejero de Cultura y Santiado Delgado, crítico y escritor. Allí estaré, si mis obligaciones labores y paternas no me lo impiden.

Los que le llamábamos Adolfo

Luis Herrero lo expone en la introducción y lo ha repetido cada vez que ha hablado de su libro. Dice que con la publicación de “Los que le llamábamos Adolfo” no ha pretendido en ningún momento ofrecernos una idea de la figura del primer presidente de la democracia desde un punto de vista político. Pero lo hace. Luis Herrero ha jugado siempre a un doble juego, aunque no sé si es consciente de ello. Abusa del adorno de la modestia, de la estulticia y del desconocimiento de las cosas y, aunque sobrevalore al personaje, creo que va mucho más allá. Nos ofrece la imagen humana de Adolfo Suárez a través de sus vivencias personales, de sus anécdotas, de la admiración que seguro que le profesaba, de sus encuentros y desencuentros (que también los ha habido), de la imagen paternal que en muchos momentos ha tenido de él ante el repentino fallecimiento de Fernando Herrero Tejedor, su padre. Quizá es lo que tan solo pretendía y estoy equivocado. Pero, como indicó Federico Jiménez Losantos en la presentación del libro: “las anécdotas son mucho más aclaradadoras del personaje político que la crónica del historiador profesional”.

Nos encontramos, ante todo, con un relato que nos ofrece la visión subjetiva y muy personal de alguien que ha convivido, sobre todo durante su juventud, con Adolfo Suárez. Pero el autor, atendiendo a ese juego antes mencionado, no se olvida de darnos las repuestas a algunos de los interrogantes que siempre ha rodeado al personaje, según su punto de vista. De ahí el revuelo y la pataleta injusta del hijo de Adolfo y de toda la horda progre, con el Rey a la cabeza, que no acepta que alguien desde su libertad pueda escribir lo que le plazca porque no entienden ni el concepto de libertad ni la lucha contra lo fáctico,  siempre que venga de alguien que no es de los suyos (que también fue expuesto por el director de La Mañana en el acto de presentación del libro).

El libro me lo he bebido en dos días, porque siempre le he tenido a Luis Herrero una admiración especial -y no me pregunten por qué-. Por eso, no he podido evitar prestar más atención a las vivencias personales del autor, que a las del supuesto protagonista. Ya estoy esperando impaciente su libro sobre Antonio Herrero, que al parecer aparecerá el próximo Mayo. Seguro que suscitará nuevas polémicas porque hay gente que la verdad o su verdad está por encima de muchas cosas. Viva la libertad.

LUIS HERRERO: LOS QUE LE LLAMABAMOS ADOLFO. Esfera de los libros. Madrid.